30.9.04

Toc, toc...¿se puede?

Se lo pensó dos veces antes de venir a este mundo. Toco a las puertas de la vida, pero cuando estas comenzaron a abrirse decidio quedarse un ratito más allí en la penunbra y el calorcito que le ofrecía su refugio...quizá sabia que algún día se encontraría de nuevo ante la misma situación y por eso se lo pensó dos veces.

Por fín, se decidío y salió a luchar, lucho desde el principio, aunque creo que no fue nunca consciente de que su lucha no era tanta como ella pensaba, en la sombra y sin darse cuenta le iban allanando el camino. Pero a la vez que ese camino se alisaba comenzaba a crecer una burbuja de cristal en la que la encerrarían por miedo a que algo pudiese ocurrirle.

Luchó o creyó que luchaba, logró o creyó que lograba, pensó o creyó que pensaba y creyó o pensó que creía. Paso a paso fue tomando decisiones o creyendo que las tomaba y vivió o creyó que vivía. Un buen día despertó y se dió cuenta que había estado soñando, sin quererlo seguía allí en la penumbra pero su refugio ya no ofrecía ese calorcito que ella recordaba.

Así que se levantó y tocó de nuevo las puertas de la vida y se encontró de nuevo ante aquella situación, pero esta vez abrió las puertas de par en par y las asió a la pared, para que no voloviesen a cerrarse y comenzó a luchar, a lograr, a pensar y a creer, a decidir y a vivir. La burbuja de cristal se hizo añicos y se dio cuenta que necesitaría de una chaqueta de lana para abrigarse.

Ahora mientras teje su chaqueta de lana para abrigarse, mira más allá de las puertas que abrió y juzga el interior la estancia que abandonó críticamente. Y entre las agujas de tejer va decorando su nuevo refugio desde el que esta vez comtemplara el cielo, su cielo.

Esta noche salió el Sol en Madrid

Acabo de regresar del concierto de Luis Miguel, si del mismo al que ayer acudieron el Principe Felipe y Doña Letizia, yo no iba a ser menos no? jejejejje

Tengo los pies reventados y apenas me sale un hilito de voz, la garganta me arde y me duelen las piernas, pero mereció la pena. Llevo siguiendole desde los 11 años, desde que él con 12 años comenzó su carrera artística, tengo todos sus discos, conozco y sigo su vida, y durante muchos años ha sido mi amor platónico.

Además es el "culpable" de que "mi cielo" y yo nos conociésemos. Fué algo así como nuestra celestina. Creo que si hay alguién más fan de Luis Miguel que yo ese es "mi cielo", no consigo nunca sorprenderle con algo nuevo, porque siempre me toma la delantera. La verdad es que es bonito compartir nuestro ídolo, así ya no hay celos porque me pase el día escuchándolo o esté como loca más de un día por ir al concierto.

Lo dicho, ha sido una autética joya este concierto...ahora sólo queda esperar al próximo que será aún mejor, porque lo veré con "mi cielo". Hoy no posteo más porque estoy muy cansada, así que mañana será otro día. Aunque ya no lucirá el Sol por la noche.

28.9.04

Mateando a solas

Hace tiempo puse un post sobre el mate...pero el texto no era mío. Mi iniciación en el mate fue cuanto menos cómica.

Hacía como 4 meses que conocía a "mi cielo". Teníamos por costumbre hablar unas 3 o 4 horas diarias por msn. La mayoría de las veces él lo hacía desde su cybercafé por la mañana de "allá" temprano cuando llegaba, me decía que se le pasaba la mañana volada dedicábamos unas 2 horas a chatear, la verdad es que yo de la tarde de "aquí" ni me enteraba. Siempre guardábamos un rato para el final del día para mi. Todas las noches sobre las 10 me encerraba en la habitación donde tengo el ordenador, mientras dejaba el resto de la casa a la merced de "Red Bull". Para mi esta habitación desde la que ahora sigo escribiendo con la puerta abierta era mi fortaleza, me sentía segura, recargaba fuerzas para continuar mi lucha hacia la libertad. "Mi cielo" y yo hablábamos hasta la media noche...a veces más. Lo curioso es que durante ese espacio de tiempo siempre se producía una parada alrededor de las 6 o 6:30 de la tarde en Buenos Aires. La verdad es que se sigue produciendo...pero hoy la entiendo, entonces me parecía algo poco común. A esa hora suele llegar de trabajar la mamá de "mi cielo" y dedican una media hora a tomar mate juntos.

Yo, ignorante en aquellos días pensaba, "Dios mío...que madre tan posesiva...es que no podra tomarse el te a solas" (perdón, perdón, perdón...¡¡¡no la hacía justicia para nada!!! Es una de las madres más abiertas y comprensivas que nunca he conocido). Así que un buen día llegó un mate a mis manos y compré yerba. En la tienda me empezaron a explicar el procedimiento y me parecio complicado así que acudí a "San Google" y encontré lo que buscaba. ¡¡Casí me hecho para atrás!! Tenía que curar el mate durante toda una noche, luego venía la dificultad de calentar el agua a la temperatura justa para que no "queme" la yerba y después el arte de cebarla. Poco a poco empecé a comprender. Mientras leía me daba cuenta de que el mate es para compartir, para unir, para conversar.

El primer día en el que "Red Bull", por fín, ya no estaba en casa, yo preparé mi primer mate según lo leido y cuidando de no cometer el gran sacrilegio de "lavar" la yerba. Como me consideraba muy "brava" me lo tome amargo...y casi tienen que venir a despegarme la lengua del paladar. Se me quedo pegada y reseca del amargor. Pero continué probando hasta dar con el gusto justo. Hoy la verdad es que empiezo a preferirlo amargo o con muy poquito azucar. La primera vez que compre la yerba me dijeron que era adictivo y no me lo creí. Pero realmente lo es. Es adictiva la costumbre de tenerlo al lado como compañía de noche mientras escribo o veo una buena película. Y no me excita como muchos sostienen que es su efecto...me relaja, probablemente como a muchos fumadores el cigarrillo de antes de irse a dormir.

A día de hoy, si las prisas me lo permiten, tomo mate cuando llego del colegio con mi hijo (aún tengo que aprender a tomarme el tiempo para relajarme cada día...pero todo se andará). Y desde este verano mi pequeño me pide cada vez con más asiduidad tomarlo él también. No le doy más de 3 y nunca de los primeros, pero se está aficionando...y no pienso quitarle el placer de esta costumbre. Le gusta con poco azucar y tibiecito, aunque también le gusta el mate cocido con leche...decididamente si que ha sacado genes míos...solo era cuestión de esperar y dejarlos aflorar. Y yo, tonta de mi, cuando le veo con el mate en la mano pienso que se está haciendo grande y que pronto habrá alguna chica que piense de mi que soy una madre posesiva por tomarnos unos mates juntos mientras charlamos cuando yo llegue de trabajar.

En Buenos Aires viví la cultura del mate de cerca. Aquí cuando alguien llega a casa le ofrecemos una cervecita...allí te ofrecen un mate y todos se sientan alrededor de la mesa y mientras el mate rueda se va conversando y se caldea el ambiente. El mate hermana a las personas, distiende la conversación y los minutos pasan sin que uno se de cuenta. No hace falta tener de que hablar, los temas salen solos. La verdad es que extraño el mate con la familia de "mi cielo" después de comer o cenar, el mate a media tarde en la cocina con su mamá charlando las dos tranquilamente...

Pero, sin duda, el mate que más extraño es el de la mañana con mi cielo, ese que encontraba preparado al salir de la ducha después de habernos dado los buenos días de la forma más bonita que existe...un mate tranquilo, sin prisas, sin demasiada conversación pero con muchas miradas complices y carantoñas mientras mirabamos que tiempo haría ese día y decidíamos si salíamos del apartamento o volvíamos bajo las sábanas. Ese mate en el que pienso cada noche mientras extrañando a "mi cielo" mateo a solas.

26.9.04

Sin título

Ultimamente no se que me ocurre, me cuesta escribir. No es que me falten las ideas, al contrario...se me acumulan los temas que me gustará dejar aquí plasmados, pero no soy capaz de definir la trayectoria de ninguno de mis pensamientos en concreto.

Desde hace un par de semanas mi cabeza es un hervidero de pensamientos, no puedo pararla, salto de un tema a otro...soy incapaz de controlarlo. Paso noches en vela, despertandome cada hora, mirando el reloj y viendo como la noche continua ahí impasible. Curiosamente al día siguiente no estoy agotada, quizá me vence el cansancio sobre las 7 de la tarde, pero a las 10 de la noche vuelvo a estar fresca como una rosa.

Este año al que le quedan apenas 3 meses para finalizar ha sido muy importante en mi vida. Aún recuerdo cuando a finales del año pasado me despedía de mi compañera de trabajo y le decía que no tenía ninguna ilusión por el año que comenzaba...quien me iba a decir a mi que sería el año en que cambiaría toda mi vida. Un cúmulo de pequeñas casualidades, de decisiones sin importancia durante el primer mes del año, abriría las puertas de mi ordenador al destino. Otro cúmulo de pequeñas casualidades y de decisiones que también parecian no tener importancia, abrirían las puertas de mi corazón. A partir de aquí la casualidad ya no tuvo nada que ver y las decisiones fueron muy importantes, pero el destino me siguió acompañando. Y hoy mientras hago balance de lo ocurrido miro con ilusión el final de este año al que siempre recordaré y espero ansiosa el comienzo de su sucesor.

Y pensando en el destino me doy cuenta lo fácil que es perder una oportunidad y doy gracias por haber tomado las decisiones que en su día tome, por muy insignificantes que me pareciesen. ¿Por qué actuamos de un determinado modo ante una determinada situción? ¿Por qué supe desde un principio que tenía que seguir el camino que seguí? La verdad es que llegó un momento que bloquee totalmente mis pensamientos racionales y me dejé guiar por mi intuición y mi corazón. Si no lo hubiese hecho no estaría donde estoy. Si no hubiese dejado volar a mi corazón hoy no estaría descontando los días que quedan para que "mi cielo" y yo comencemos una vida juntos. Hoy no sería feliz.

Este año que comienza no se lo que me traerá, es la primera vez en varios años en la que no se que va a ocurrir, no tengo planes concretos. Todo ha cambiado y todo va a cambiar y no tengo ni idea en que dirección va a ir. Los únicos planes que tenemos, lo único seguro es que el día 3 de Enero "mi cielo" y yo aterrizaremos en Madrid y al bajar del avión comenzará una nueva vida para los dos. Un proyecto común que para esa fecha llevaremos 9 meses organizando. 9 meses de espera, sueños, dificultades, añoranzas, conversaciones y más conversaciones...9 meses de ilusión compartida.

En Enero de 2005 tendremos frente a nosotros las páginas de un libro en blanco que comenzaremos a escribir juntos y que aún no sabemos que palabras contendrá...quizá sea eso lo que ocupa mi cabeza, las ansias de comenzar a escribirlo. Las ansias de que los apenas 3 meses que quedan de este año se me pasen como si se tratase de tres días.

21.9.04

Las puertas del túnel

"Sin excusas,
sin buscar culpables,
sin quejarse de la vida ni de las circunstancias,
sin criticar a nadie,
sin lamentarse por lo que bien pudo haber sido y no fue,
transformando las adversidades en ventajas...
y no mañana, sino ¡hoy!, ¡ahora!,
Mario decidió caminar en busca de su sueño
y se encontró, frente a frente,
con aquél que cambiaría dramáticamente
su visión y su futuro."

(Fragmento de "Las puertas del tunel" de Germán González Andrés)

Este libro y su autor marcaron una nueva etapa en mi vida. Conocí a Germán en un curso de liderazgo y su forma de encarar la vida me llegó y la hice mía. Un año más tarde publico el libro cuyo fragmento podeis leer arriba...cuando me siento perdida o débil lo retomo en mis manos y abro una página cualquiera, leo y recuerdo. Y retomo fuerzas. Hace 8 meses que lo había hojeado por última vez...hoy lo redescubrí en la estantería. Estaba ahí diciendome "...bb, ¿me recuerdas? echa un vistazo..." Me bastó la contraportada y el texto que os he dejado. Ya he vuelto a cargar pilas.

¿Sabeis con quien se encontro Mario? ¡Consigo mismo! Sólo nosotros somos responsables de lo que nos ocurre y si nosotros no hacemos nada por cambiar una situación la situación no cambia. Gracias a tener esto muy claro salí del agujero en el que me encontraba a principios de este año. Otra cosa que me quedó muy marcada del seminario fue que la vida está para vivirla, que solo disfrutamos una mínima parte de nuestra vida y que deberíamos disfrutarla mucho más...pues es lo único que realmente nos llevamos con nosotros al final...nuestras vivencias.

Yo decidí hace 8 meses disfrutar de la vida todo lo que pueda. Y realmente abrí las puertas de mi tunel. No se trata de vivir sólo al día, no es eso. Se trata de disfrutar cada día de estar aquí y alegrarme por lo que tengo, por lo que llegará. Alegrarme de haber conocido a "mi cielo", de que queden apenas 96 días para que estemos juntos y comencemos a contruir un futuro común, de que mi hijo me abrace y me diga que soy "la mejor mami del mundo" (se me cae la baba), de que en realidad no carezco de nada vital. A veces lo olvido, a veces busco cosas por las que preocuparme, por las que amargarme...cuando en realidad no es necesario. Hace un par de días estuve a punto de caer en esa falsa autocompasión cuando no había ningún motivo para ello. "Mi cielo" me freno a tiempo haciendome ver que estaba equivocada y hoy el libro de Germán me vuelve a hacer un guiño para devolverme las fuerzas y la cordura.

Hoy bb se ha vuelto a encontrar frente a frente con la persona que cambió y seguirá cambiando dramáticamente su visión y su futuro: ella misma.

16.9.04

Una rebelión interna

La verdad es que llevo un año sembrado en lo que a rebeliones se refiere, pero más que varias creo que ha sido una, que abarca todas y cada una de las facetas de mi vida. Quizá, tal y como me decían el otro día A. y M. debí hacerlo antes. Debí rebelarme mucho antes, pero quizá hoy no estuviese aquí, ahora y en estas circunstancias...y la verdad, pese a lo dificil de la situación, no la cambio por nada. Realmente soy feliz, como hace mucho, pero mucho tiempo que no lo era.

Lo curioso de todo es que cuando uno decide rebelarse contra una parte de su vida que lo encorseta, comienzan a caer las piezas, como en el dominó, de una forma imparable. Y entonces poco a poco pero inexorablemente van cambiando todos los aspectos de lo que le rodea a uno. Al menos es lo que a mi me pasó. Y ha sido una auténtica liberación en todos los sentidos. Me he dado cuenta que incluso mi forma de pensar estaba mediatizad...no era mía. Es decir, si que tenía claros cuales son mis ideas y principios...pero en cierto modo, lo que no tenía muy claro es como defenderlos, o que sean defendidos en el ámbito social.

Mi familia en "versión extendida" es muy liberal, si lo reduzco al núcleo puramente parental, es muy conservadora, pero no siempre lo fué. No se como caí también en ese pensamiento conservador...y es hoy cuando me doy cuenta que mis ideas realmente difieren completamente de las de mis padres y se acercan más al resto de la familia, a lo que siempre nos definió.

Creo en la validez de muchas cosas que van en contra de la sociedad tradicional en la que hoy día aún vivimos, soy de las que piensan que los tiempos evolucionan, que las familias de hoy son distintas de las de ayer y necesitan nuevas formas de reglamentarse, sin distinciones de quien forma ese nuevo núcleo familiar ni lo que tuvo antes. Hace dos días discutía este tema con mi madre; mi mejor amiga M. está embarazada de su novio con el que lleva conviviendo más años que los que duró su matrimonio, ambos han aportado hijos a su pareja y ahora llega el hijo común. Yo aplaudo el coraje de los dos y me quito el sobrero cuando voy a su casa y veo una familia numerosa con sus problemas y sus momentos gratificantes. Mi madre opina que es todo una locura fruto de la irresponsabilidad.

En realidad, creo que hay más fondo en su crítica...lo que existe es un conflicto generacional que debió darse hace mucho, y que por miedo a enfrentarme a ese conflicto, evité que se diera. En resumen lo único que ocurre es que su hija, va a seguir un nuevo camino y va a esforzarse por formar de nuevo un núcleo "familiar" que va a partir con la mitad construida y se le va a unir la pieza del puzzle que falta para que sea un conjunto completo, "mi cielo". Espero que viendonos a nosotros, a los tres juntos, comprenda mejor que existen multitud de posibilidades de formar una familia y que todas ellas son válidas mientras hagan felices a sus integrantes.

13.9.04

Alea jacta est

Como dijo Julio Cesar: "La suerte está echada". Creo que hoy he tomado conciencia de lo que esta famosa frase encierra en si misma.

Es una frase perfecta para matizar que uno ya no puede hacer o forzar nada más, que lo que tenga que ocurrir ocurrirá que lo que tenga que ser será y que no se tiene influencia alguna sobre ello. Que uno, o dos en nuestro caso, ya hicieron todo lo que estaba en sus manos por hacer para llegar a una situación...pero la última decisión ya no está en nuestras manos.

Y me siento extraña, hasta ahora todo ha sido acción, movimiento, búsqueda y recopilación...a partir de hoy sólo queda esperar día a día, mirando con ansias el correo, esperando una carta. Una única carta. Y ya no se puede hacer nada más que esperar y mirar, mirar y esperar. Y despues de tanto ajetreo es un parón brusco.

Dos meses de espera a partir de esta media noche si todo va rápido, tres si hay demoras. Y si se produce la negativa la carta no llegará nunca, ni siquiera se dignan a comunicarlo. 99% de posibilidades de respuesta afirmativa, ninguna razón para que sea negativa y aún así los nervios me corroen. Porque existe una única posibilidad de que nos digan que no, sólo una y sin razón alguna, simple y llanamente por mero capricho, por un mal día del que ese día tenga en sus manos el poderoso tampon con el sello que ansiamos. Pero ahí está esa posibilidad.

No creo que las personas que se encuentran detrás de toda esta pesada maquinaria de decisión, muchas veces salomónica, sepan lo que suponen dos o tres meses de espera con un posible silencio al final. No creo que puedan imaginarse la cantidad de sueños, esperanzas, ilusiones, esfuerzos hay detrás. No creo que puedan llegara a suponer la cantidad de sentimientos de otras personas con los que juegan.

Dos meses y un sello, eso es lo que hoy tengo en mi mente. Por suerte se que ese sello no va a cambiar nada, sabemos que existen otras posibilidades...sin embargo, ese sello, facilitaría mucho el camino. Pero las cosas son como son, nosotros ya lo hicimos todo y ahora, alea jacta est, la suerte, simple y llanamente, está echada.

10.9.04

Respirar hondo y resetear

A veces es bueno que le digan a uno las cosas a las claras, de frente y sin tapujos...porque de otro modo no las entiende, o peor aún, no quiere darse cuenta de que son como le estan diciendo.

Soy consciente de que, a veces, me tomo la vida con demasiada exactitud y rigor, siendo demasiado exigente conmigo misma y con los que están próximos a mi, pero, a pesar de que soy consciente y que se que no siempre es bueno actuar así, continúo haciéndolo. Seguramente, tiene mucho que ver con la educación que he recibido en casa. Una educación estricta, a veces demasiado, y siempre exigente. Desde muy pequeña se me ha inculcado que cada uno es responsable de si mismo y de sus actos y miles de veces he oido una frase que realmente he odiado hasta la saciedad "tu sabrás lo que debes hacer" (si claro que lo sabía...pero no es lo que yo quería hacer!!). He sido siempre una niña modelo... educada, correcta, nunca molestaba a los mayores, era capaz de jugar horas y horas sóla, con buenas formas en la mesa desde muy chiquitina (siempre me recuerdan la pila de manteles que me ponían en los restaurantes para que llegase a la mesa), más adelante me convertí en una adolescente aplicada en los estudios, con buenas notas, apenas salía por las noches (entre otras cosas porque yo debía regresar cuando el resto comenzaba la juerga), siempre he llegado a casa a mi hora (y una vez que no lo hice porque me "enrolle" con un amigo, por poco no movilizan a la Guardia Civil), nunca he discutido las reglas impuestas (lo intenté con 18 y me dijeron "mientras pague yo, decido yo")...y un largo etcetera de cualidades deseadas en una hija. En resumen que hasta los 21 años fui un modelo a seguir. A esa edad me fui por un año al extranjero y cuando regresé ya no había quien me parase. Como al regresar las reglas se intentaron mantener, duré en casa lo justo para acabar la carrera y volverme a largar. Regresé de nuevo y, tras 4 meses en casa, me fuí definitivamente de casa de mis padres.

Pero la forma de educarnos nos marca y deja rastro, y en mi, ha dejado una tendencia a que cuando quiero hacer algo que considero importante y no lo consigo, por lo que sea, me "quemo" y mi cabeza no deja de pensar en que hacer y no consigo descanso hasta lograr la solución y si no doy con la solución parece que entro en una dinámica cercana a la histería. Y, lo peor, pocas veces soy consciente de ello. Mejor dicho...hasta ayer que "mi cielo" me hizo recordar una situación en Buenos Aires en la que yo no podía solucionar un tema aquí en España por culpa de la diferencia horaria y de no tener un acceso a las 4 de la mañana a internet, no me di cuenta de que realmente tiendo a la exageración.

Ayer me volvió a ocurrir, por suerte "mi cielo" me hizo ver que estaba de nuevo en situación de "ir a la carga" y que por mucho que intentase solucionarlo ayer, era imposible y que no debía precipitar y presuponer hechos que no conocía y que era imposible conocer hasta hoy. Gracias a esa conversación, y a que me hizo verme desde fuera, conseguí descansar anoche y tener hoy la mente y mis nervios frescos y descansados para enfrentarme a lo que pensé, sería una batalla. Y he de confesarlo..."mi cielo" tenía razón...una vez más me estaba adelantando a los acontecimientos. Nada ha sido como pensé, la tragedia no ha sucedido, todo ha concurrido en calma y esto ha sido probablemente porque yo estaba lo suficientemente calmada como para afrontar la situación con serenidad y objetividad.

Realmente tengo que seguir practicando para lograr tomarme la vida con menos exigencias a mi misma y a mi hijo, confiando un poco más en él y en su capacidad de juzgar situaciones (tiene más de la que yo le intuyo); debo aprender a disfrutar más el momento y a guardar las energías para cuando las necesito, canalizándolas correctamente. En definitiva, cuando me descubra a mi misma de nuevo en mi propio frenesí debo ser capaz de respirar y resetear. Por suerte si yo sóla no puedo...se que tengo a "mi cielo" preparado para pulsar mi "Ctrl+Alt+Del".

7.9.04

Tu voz besa mi alma

Existen dos tipos de personas en el mundo...

Las primeras son personas que por su sola presencia agotan en el más estricto sentido de la palabra. Son algo así como vampiros, roban nuestra energía. Si nos fijamos los reconocemos enseguida. Cuando entran en la estancia nos inquietamos, nuestros sentidos se ponen alerta, los músculos se tensan y un desasosiego interior nos invade. Son capaces de transmitir sus frustraciones a los demás en décimas de segundos. Luego ellos se quedan tranquilos y nosotros agotados, frustrados, acabados. Y posiblemente nos lleguemos a preguntar como ha ocurrido, si teníamos las "pilas" cargadas y el mejor humor posible. Otras veces simplemente nos transmiten su desanimo, lo dejan ahí levitando en la estancia sobre nuestras cabezas y poco a poco va bajando y nos hace que el día sea pesado y aburrido...es cuando decimos que nos han "amargado" el día. Luchar contra estas personas es difícil. Si se habla con ellas lo mejor es intentar evitar mirarles a los ojos, por ese medio les damos toda nuestra energía. Si no que da otro remedio que mirarles lo mejor es hacerlo al entrecejo, de este modo no notarán que no fijamos la atención en su mirada. Funciona, de verdad, yo conviví casi 10 años con uno de estos "vampiros" de energía y hoy puedo decir que ya no consigue robarme ni un ápice de mi energía, es más ahora es esa persona quien evita mirarme, no puede, creo que me volvi demasiado fuerte y lo sabe.

Dije que había dos tipos de personas...las otras son todo lo contrario, derrochan energía, transmiten optimismo. A su lado pueden ocurrinos varias cosas. Podemos recobrar el optimismo o sentirnos extremadamente felices sin ninguna razón concreta, las hora pasan como si fuesen minutos. También pueden llegar a ser algo así como oasis de paz, yo lo llamo "efecto valeriana". Sólo con tenerlos cerca uno se relaja, olvida el estress, la respiración se vuelve más pausada y todo tiene otro color, las cosas se ven de forma más calmada y se puede reflexionar sobre ellas. Encontrar una de esas personas es un verdadero "regalo". Yo tengo la suerte de tener a dos a mi lado.

Una es mi compañera de trabajo. Una persona increible que con solo verla por la mañana se me ilumina la cara y se me pone la sonrisa. Realmente soy afortunada, porque estoy deseando llegar a la oficina y verla, poder hablar mientras tomamos el cafe o a la hora de la comido (cuando puedo quedarme a comer en la oficina). Lo mejor el lunes cuando nos contamos lo que pasó el fin de semana, aunque siempre encontramos cosas que compartir. No me gusta nada cuando estoy varios días sin estar en la oficina porque la extraño. Se que suele ocurrir lo contrario, pero nosotras nos entendemos y eso hace que incluso en muchos proyectos no necesitemos ni hablar sobre muchas cosas, pensamos igual es como si nos leyésemos los pensamientos, compenetración absoluta.

La otra es "mi cielo". Mi cielo tiene sobre mi ese "efecto valeriana" del que os he hablado. Da igual lo alborotada que esté o la cantidad de problemas que ronden mi cabeza...cuando le oigo y hablamos ya me relajo. Sólo y simplemente al escuchar "Hola bb" ya está. Oigo su voz y es como si besara mi alma, un beso cálido y reconfortante, lleno de ternura y amor, de cariño y pasión, lleno de todo él. Fuera nervios y problemas y cuando comento las cosas con él voy reflexionando y veo las soluciones, las comentamos y, de pronto, ese problema tan "gigante" resulta que apenas tiene importancia y que se puede solucionar de forma sencilla. También consigue que me relaje completamente, si le tengo a mi lado abrazándome con su pecho en mi espalda, sintiendo su respiración consigo dormirme nada más poner la oreja en la almohada. Normalmente, cuando estoy sóla, tardo hasta una hora en conciliar el sueño porque mi cabeza no para de pensar. También soy capaz de dormir más horas y no saltar de la cama nada más ver el amanecer. O simplemente no planear un día de vacaciones o festivo, dejar ver que ocurre...estas cosas las tenía olvidadas y las recorde en Buenos Aires junto a él. Él me está enseñando a disfrutar de nuevo de la vida y de los momentos de ocio. A que el fin de semana me parezca algo maravillosos y no lo odie como hacía a principios de este año. Y lo mejor de todo es que pronto voy a poder disfrutar cada día de esa calma al llegar a casa, porque en 109 días le tendré a mi lado y esta vez sin despedidas.

2.9.04

Atame fuerte a tu corazón

Era una fría y aburrida tarde de domingo de principios de Febrero, el 8 para ser más exactos. Había conseguido una joya de archivo ese día y acababa de verla en la televisión. Era la Biografía de mi ídolo desde los 11 años, Luis Miguel. Una documentación imposible de conseguir aquí en España y todo gracias a un chico argentino. Él había dejado su e-mail para que le comentásemos que nos había parecido. La dirección de e-mail me pareció simpática y como me había gustado mucho el vídeo, me decidí por escribirle. Una vez enviado pensé que estaba loca escribiendo a un desconocido y dando a conocer mi dirección de correo electrónico. Pero algo me impulsó a hacerlo, tenía la necesidad de decirle a esa persona lo que agradecía poder tener ese documental.

Tres días más tarde recibí respuesta. La verdad es que el chico parecía simpático, me gustó su e-mail, parecía sincero, aún no se el porque. Quizá por lo llano de su redacción, como quien escribe a alguien que conoce de toda la vida. Me dijo que me añadiría a su msn y yo le acepté. Al día siguiente estabamos chateando a primera hora de la mañana. Para mi las 8 de la mañana, para el las 4 de la mañana. Charlamos bastante, no recuerdo cuanto exactamente, pero más de media hora seguro. Y me envió una canción cantada por él. Cuando oí su voz sucumbí. Tenía que saber quien había detrás de aquella simpatía y de aquella voz tan sugerente. A la mañana siguiente volvimos a hablar.

Llegó el sábado, 14 de Febrero, San Valentín. ¡Curiosa coincidencia! Y yo pasé el día sóla en mi casa a pesar de que no debería haber sido así. Pero lo fué. Cuando me levanté conecté msn en la esperanza de que él se conectase en algún momento del día. A las 3 de la tarde ocurrió. Estuvimos chateando todo el día. No seguido, con interrupciones, pero hablamos hasta llegada la noche en España. Intercambiamos nuestras fotos...y al verle pensé que era una locura lo que me estaba pasando. Estaba perdida. Ese chico me atraía y era un imposible. Cupido había realizado su trabajo ese día.

Decidí no darme mal y pensar en tener al menos una bonita amistad, así que chateabamos casi a diario, nos escribíamos e-mails. Cada vez había más confianza entre nosotros. Hablábamos de todo, de lo que fuese y siempre con sinceridad, sin intentar ser o aparentar algo que no eramos. Nuestros sentimientos comenzaron a mezclarse, amistad, atracción...¿amor? Me daba miedo pensarlo, pero cada vez me ponía más nerviosa cuando llegaba el momento de que se conectase, incluso me temblaban las manos al escribir, mi corazón latía a mil por hora, empecé a perder el apetito...pero no quería confesarme a mi misma que me estaba enamorando perdidamente de alguien que estaba a 10.000 km y que era un imposible. No se como ocurrió pero poco a poco fuimos dando pequeños pasos en nuestros e-mail, ibamos dando señales y destapando nuestros sentimientos. Aunque los dos lo hacíamos con mucho cuidado para ver que pasaba, cual era la reacción del otro.

Y de pronto ocurrió. Era 8 de Abril, vacaciones de Semana Santa. Sabíamos que ibamos a estar 4 días sin poder hablar, sin poder conectarnos. Él en una quinta, yo en la montaña. Ese día despues de comer busqué una excusa creible para acceder a Internet, compré entradas para ver "La pasión de Cristo", así nadie sospecharía. Y mientras terminaba de hacer la reserva y pagar accedí a Hotmail para escribirle. No podía más tenía que escribirle. Me estaba volviendo loca, no podía parar de pensar en él. Y cuando se abrió la bandeja de entrada, allí estaba. Tenía un mensaje suyo. Le ocurria lo mismo, había salido de la quinta y buscado un cyber para escribirme. Y en ese e-mail lo hizo, lo dijo, lo escribió : Te quiero. Cuando lei esas dos palabras creí morir. Incluso hoy cuando releo ese e-mail me da un vuelco el corazón.

Ese día cambió todo, ya no había nada que temer, sabíamos lo que sentíamos el uno por el otro, ya no se podía parar. Yo me dí cuenta de que mi vida debía cambiar, que no podía dejar escapar lo que el destino me estaba ofreciendo. Si lo hacía me arrepentiría siempre. No podía dejar que fuese un "que hubiese pasado si...". Pensé mucho durante la semana siguiente a Semana Santa y el 18 de Abril di un giro a mi vida, corté de cuajo con el pasado y abrí la puerta al futuro. Se avecinaban tiempos turbulentos y así se lo hice saber. Estuvo a mi lado en todo momento durante un interminable mes y medio. Pura paciencia ante mis cambios anímicos, que variaban incluso a lo largo del día, desesperada, furiosa, temerosa, asustada, felíz, eufórica, triste. Cada vez que caía me ayudaba a levantar y me sostenía hasta que lograba caminar por mi misma de nuevo. Siempre en la sombra, sólo escuchando y dejandome hacer y tomar mis decisiones, sin opinar. Imagino lo dificil que debio ser par é, y lo duro de algunos días.

Pasó todo y lo vi claro, aún sin habernos conocido, eramos algo más que amigos, yo me sentía totalmente unida a él. Así que en Julio volé a Buenos Aires para conocernos "en vivo". Tenía tanto miedo cuando aterricé. Y si despues de todo...no había química. La puerta de desembarque se abrió y vi una multitud agolpada mientras escaneaban mi maleta. ¡¡¡Dios!!! ¿Sería capaz de reconocerle entre tanta gente? Respiré hondo, agarré la maleta y con paso decidido me acerque a la puerta que al detectar mi presencia se abrió. Miré al frente y de pronto vi una cara que me sonreia con la más bonita de las sonrisas que jamás había visto mientras me hacía señas y gritaba mi nombre. Se me iluminó la cara. Y estallé de alegría por dentro. Incluso se me nubló la vista, cuando llegue a su lado, el resto del mundo había desaparecido y cuando sentí su brazo en la cintura y su beso dejé de oir y ver todo lo que me rodeaba. Tras el primer beso me abracé a él y volvimos a besarnos. ¡Había quimica! Ya lo creo que la había...

No podía creerlo, estábamos juntos. No podía para de sonreir. Su tío nos llevó al apartamento que habíamos alquilado para esos días. Cuando cerramos la puerta tuvimos que contenernos para no dar rienda suelta a nuestra pasión. Teníamos que esperar a que viniese el gerente a rellenar los datos. Me temblaba tanto la mano mientras rellenaba la ficha que me moría de vergüenza. Cuando por fín se fue el gerente, me sentí como una colegiala ante su "primera vez". Habíamos esperado tanto ese momento, habíamos soñado tanto con él...

Fueron diez días inolvidables. Parecía que nos conocíamos de toda la vida. Todo funcionaba, estábamos predestinados el uno para el otro. Mi regreso fue terrible. La noche de antes lloramos los dos, no era justo tener que separarnos y sin embargo...no era posible de otro modo. Al día siguiente por la mañana me hizo la promesa de venir a Madrid en cuanto pudiese para visitarme. Y me dio una medallita con sus iniciales en prenda, con la promesa de venir a por ella. Su medallita, que tanto significa para él y que nunca se quitaba...Ese gesto me emocionó, no me quería ir, no quería dejar Buenos Aires y mi felicidad en ella. La despedida en el aeropuerto me partio el corazón. No podía separarme de él. Un par de veces regresé para abrazarme a él y besarle. Dolía tanto...Verle a lo lejos mientras cruzaba la aduana y él me lanzaba un beso al aire es uno de los momentos más tristes que nunca he vivido. Lloré largo rato mientras esperaba la salida del vuelo. Y volví a llorar al ver alejarse la ciudad de Buenos Aires por la ventanilla del avión. Y lloré la primera noche que pasé sóla en mi cama. Me dormía cada noche acariciando sus iniciales llorando.

Los dos estábamos mal. Su viaje no era sencillo, iba a ser más complicado de lo que pensábamos. Pero al final tomamos una decisión. Un día me armé de valor y sabiendo que podía obtener una negativa, le pedí que se viniese a vivir a España conmigo y con mi hijo. Él, que no se asusta de nada, me dijo que sí. Y empezamos a organizarlo todo.

En ello estamos. "Mi cielo" se viene, lo deja todo y se viene. Nunca nadie hizo algo así por mi. Desde ayer tengo los billetes, pasaremos el Fin de Año juntos en Buenos Aires y luego vendremos los dos juntos a Madrid. ¡Estoy tan ilusionada! Ahora si que es una verdadera cuenta atrás, porque dentro de 114 días la espera habrá terminado. Habrá pasado casí un año desde que escribía aquel primer e-mail. ¡Una autentica locura! Pero ahora estaremos por fin juntos.

Yo mientras pasan los días, sigo aquí con mis mariposas en el estómago, esperando la hora de hablar con él cada noche, de escuchar su dulce voz y que me diga "bb". Y sigo durmiendome abrazada a la almohada, como sustituta de su cuerpo mientras acaricio sus iniciales que cuelgan de la cadenita que llevo al cuello. Soy feliz de haberle encontrado y afortunada de que los dos hayamos decidido arriesgar todo por esta relación. El futuro lo tenemos abierto y lo escribiremos juntos como empezamos a hacer hace casi 7 meses. Pero de una cosa estoy segura...le amo como nunca amé a nadie y se que el también me ama. ¿Qué más puedo pedir?