Puede parecer extraño, pero la mayoría de nosotros, casi me atrevería a decir que todos nosotros tenemos pautas de comportamiento que repetimos inconscientemente con cada una de nuestras relaciones de pareja a lo largo de nuestra vida. Son, normalmente, comportamientos muy enraizados y difíciles de cambiar, sobre todo si no se da con la persona adecuada que logre hacerte ver ese comportamiento y te ame lo suficiente como para hacerte entender que no está justificado (gracias "mi cielo").
Las partes femeninas y masculinas de una pareja (y deliberadamente no quiero utilizar la palabra hombre y mujer, porque no todas las parejas tienen porque estar compuestas por ambos sexos para que se de el comportamiento) tienden a un comportamiento distinto según la pareja va evolucionando. La parte masculina, cuando se siente segura en la pareja, comienza a sentirse cómoda y da muchas cosas por sentadas, por no necesarias, pues está claro que ama y es amado incondicionalmente, ya no hay preocupación todo esta claro...¿para que darse mal entonces? Tratan los contactos con más soltura y menos ataduras de lo que lo hacían al principio e incluso parecen algo más frios y distantes. La parte femenina por el contrario continua requiriendo de ese romanticismo y agasajo del principio, necesita de las atenciones, de los "te amo", de los detalles, de las llamadas sorpresa o no sorpresa, de aquello que durante los primeros tiempos se ha convertido en casi costumbre y que cuando falta se extraña.
La notable diferencia es que mientras ellos dejan de darse mal...nosotras comenzamos a comernos la cabeza..."pues parece que está más frio", "ya no me llama tanto...no se acuerda de mi", "la verdad es que al menos podía haberme avisado de que no podiamos hablar, ¿no?", "antes no se le olvidaban estas cosas", "ya no me presta tanta atención", "hoy me ha dicho sólo 3 veces que me ama y no 4 como antes...creo que ya no me quiere", "¿Acaso me merezco yo que me quiera alguien tan especial como él?"
Si, si, ya se que algunas pensaresis que exagero...y definitivamente lo hago con algunas frases...pero en el fondo en el fondo y con menos extravagancias...¿quien no ha pensado alguna de estas frases en algún momento de su relación? Y cuando esto ocurre...¿qué hacemos? ¡EXIGIR! ¿Y ellos? ¡DEFENDERSE! ¿Y nosotras? comenzamos a preocuparnos más y a tirar más de la cuerda y comenzamos a ahogarles...y cuanto más ahogados ellos menos satisfechas nosotras, porque evidementemente el amor bajo presión no existe.
Quiza sería necesario poner en claro que durante la evolución de la pareja se producen siempre dificultades de adaptación entre las dos personas que se aman, para lograr la convivencia y el entendimiento. Y lo que hay que hacer es estar dispuesto por ambas partes a atravesar esas dificultades. Si esto es así, si los dos están dispuestos a atravesarlas juntos y no abandonar a la primera, una vez atravesada la situación, la relación de pareja se hace más sólida y los dos crecen. Y esta evolución de la pareja se da en parejas de las de toda la vida que se ven a diario y en parejas que "por exigencias del guión" se ven obligadas a evolucionar en la distancia.
Lo que hay que tener claro es que en estos casos lo mejor es dejarse de estrategias y optar por el diálogo y la sinceridad, con las estrategias se rompe la intimidad, nos impiden sentir...si, claro que si la estrategia está bien urdida alcanzaremos nuestras metas y sentiremos el placer de dominar al otro o de conquistarlo, lograremos que nos miren...pero esto no tiene nada que ver con el verdadero amor, con el encuentro de dos personas que se aman y el compartir una intimidad.
Es simplemente una pequeña reflexión que necesitaba hacer y que dedico también a mi mellizo cosmico en relaciones de pareja, Zäpp. A ver si nos comemos menos la cabeza
l@s dos.