23.3.05

Yo y mi blog

Querido Blog...

...ya se que últimamente te tengo algo abandonado. No, no es que no me acuerde de ti, ni de ese mundo tan especial que forman los demás blogs y las personas que lo llenan de letras. Me acuerdo mucho de todos, Grelinno, Lehahiah, Zapp, Flor, Tirita, IceFire, Pétalo, Muralla, Agua, Canalla, Sergio e IVán, CarolB, Chusi y muchos más que me visitan, me leen, los leo... pero últimamente me falta, no inspiración, sino más bien motivación para escribir a diario en tus pantallas.

A ellos los leo a diario, para no faltar a la cita, pero ya no comento como antes...y creo que me terminarán olvidando. Y en ti, mi querido, Blog pienso mucho, pero ya no es como antes cuando te cree, las cosas han cambiado tanto...

No, no te pienso abandonar, ni cerrar, solo quiero que me comprendas. Naciste con un propósito muy claro: o escribía o me volvía loca. Fuiste mi válvula de escape para poner en orden mi cabeza que hace un año por estas fechas era un verdadero laberinto. La presión personal y familiar a la que me estaba enfrentando y la necesidad de callarlo a mi entorno era demasiado, notaba que me oprimía el pecho y necesitaba hablar así que comence a escribirte. Más tarde, serviste para poder comunicar a "mi cielo" lo importante que era para mi y que, a pesar de la distancia y a pesar de tener que callar lo nuestro, tenía ganas de que el mundo se enterase. Tu siguiente función fue la de calmar mis ansias de estar con "mi cielo", me acercabas a él.

En tu mundo, querido Blog, he aprendido a ser más consciente de lo que tengo y lo afortunada que soy por tenerlo; en tu mundo he conocido a gente maravillosa que se han convertido irremediablemente en parte de mi vida a pesar de no conocer su cara...pero se conoce lo más importante, su interior. Si, su interior, porque a pesar de que los blogs son todos distintos, los hay serios, pesimistas, divertidos, alegres e incluso frívolos, a todos nos deja mostrarnos por dentro, nuestro interior...que muchas veces no mostramos de otro modo.

Quiero que entiendas que no es que no quiera escribir, sino que quiero, por respeto, guardar algunas cosas que considero que afectan demasiado a "mi cielo" y que nos pertenecen a nosotros en exclusiva...no seas celoso ¿de acuerdo? Yo se que tu también le quieres mucho. Voy a seguir escribiendo en ti y contando cosas de mi, de lo que pienso, de lo que siento, de lo que me gusta y de lo que me molesta...pero tengo que ir encontrando que nueva función vas a cumplir en mi vida y eso lleva tiempo, así que paciencia si ves que no vengo cada día. Eso si una cosa te aseguro mi querido Blog...no pienso abandonarte.

Ahora seguro que tardaré un poquito, pues mañana me voy de vacaciones con "mi cielo". A dónde he ido, te lo contaré a la vuelta, porque él no lo sabe aún, es una sorpresa por su cumpleaños que fue el pasado lunes. Se que te lee y si te lo digo, se va a enterar y le estropearíamos la sorpresa y eso no queremos que pase ¿no es así? Pero tranquilo que a la vuelta te haré una visita y tomaré un cafetito caliente, como ahora, mientras te cuento cositas.

Te mando un beso enorme y, tranquilo, que en poquitos días, querido Blog, volveré a escribir en ti.

bb

14.3.05

A día de hoy

Hoy al llegar por la mañana a la oficina después de haber estado la semana pasada bastante liada y poco tiempo allí he tenido la oportunidad de reflexionar un momento sobre lo que me rodea. Mientras Lehahia y yo nos poníamos al día del fin de semana frente a un humenate café, mientras la escuchaba hablarme de su "adorado tormento", mientras veía por el rabillo del ojo a "mi cielo" y mientras disfrutaba del aroma del café me he dado cuenta de que me gusta...no mejor dicho me encanta como están las cosas ahora.

Seguro que todo es mejorable...a un acierto de la Bonoloto no le haría ascos, ajajajjaja. Pero en serio en estos momentos y a pesar de que no todo es perfecto creo que estoy pasando por el mejor momento de mi vida.

Hasta hoy mi mejor momento estaba situado en Londres 1993...donde disfruté de la vida estudiantil universitaria fuera de la atenta mirada de mis amados progenitores. Ese tiempo lo he venido añorando durante mucho tiempo, y he mirado muchas veces hacia atrás con tristeza queriendo volver a vivirlo. Pero hoy ya no es así...hoy no cambiaría este tiempo que estoy viviendo.

Me siento tranquila y feliz como hacia mucho. Razones no me faltan. Tengo a "mi cielo" a mi lado y cada día estoy más enamorada de él... al principio sentí miedo que el estar 24 horas 7 días a la semana juntos pudiera ser demasiado despues de haber vivido nuestra historia a distancia, que alguno de los dos pudiese sentirse ahogado, sin embargo es todo lo contrario. Es maravilloso compartir incluso la parte profesional...ya puedo afirmar que no siempre es malo trabajar con tu pareja, todo depende de la personalidad de ambos.

Otra razón es que veo que mi hijo se encuentra bien a rasgos generales ya ha superado el bache emocional por el que tuvo que pasar el año pasado por estas fechas y me encanta oirle reir. Como va creciendo ya se puede razonar con él y a veces me sorprende con sus frases por madurez...aunque a los 5 minutos vuelve a ser revoltoso y a borrarme el nombre de tanto llamarme...

Se que es una pequeñez pero ayer me emocionó algo tan sencillo como que el padre de "mi cielo" dijese que se alegraba de escucharme, que siempre escuchaba a su hijo y que hacía tiempo que no me oia a mi...quizá porque mi anterior familia política nunca me trato de ese modo.

Y hoy me he sentido muy feliz al escuchar a Lehahia hablar sobre su "adorado tormento" y ver su rostro iluminado y esa cara de perdidamente enamorada que se le pone...me encanta verla así es algo que realmente me llena el corazón...

En fin que ando sensiblona...pero sobre todo contenta, muy contenta y disfrutando de lo que tengo en estos momentos y guardando cada momento en mi memoria.

7.3.05

Reflexión


Carta para un amigo español

Córdoba, Argentina julio del 2002.

Hola José... te escribo... no... mejor... mira. Hoy estoy melancólico y te pido me permitas algunas reflexiones... sabes, estoy regresando del consulado de España aquí y me venía haciendo una pregunta.... dime.. para ti.......... ¿La vida, es un espejo...?

Hace tiempo alguien, que considero muy inteligente, me dijo: “La vida es un espejo, y te devolverá lo que des...”. Y esta frase se ha transformado en parte de mis objetivos de vida desde entonces.Aquél “...No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti....”, adoptada como una forma de pensar, como una forma de tratar y de actuar positivamente, de no herir ni molestar, se ha ido transformando en “...Haz a los demás lo que te gusta que te hagan a ti....” y en el mas avanzado aún, a mi modo de ver, “...Haz a los demás lo que a ellos les gusta que les hagan...”. Sin embargo, hoy, algo me molesta.

Hoy, julio de este año dos mil dos, me pregunto qué pasaría con esta filosofía si nos encontráramos con mis abuelos españoles en una mesa y pudiéramos hacer un resumen del aquí y ahora de nuestros orígenes comunes.

Abuelo José nació en Puebla de Farras y abuela Dolores, Lola por supuesto, en Garriguella, localidades muy pero muy pequeñas y muy parecidas, de Valencia y Cataluña, respectivamente.

Ambos de familias muy modestas y bastante numerosas, buscaron librarse de la miseria, el hambre y la absoluta falta de oportunidades, para quienes no tuvieran ya haciendas propias que trabajar y que cubrían, con su oscuro manto, a la gran mayoría de aquellos pueblos peninsulares que sobrevivían como podían entre una guerra y otra.

Cada uno por su lado y en distintas fechas, emprendió aquellos duros y agotadores viajes hacia el Nuevo Mundo, a hacer la América, como gustaban decir en aquellos tiempos. El abuelo José, que tenía catorce años, quedó sólo en el barco ya que su hermano bajó en Brasil y nunca más volvió. Él siguió hasta Buenos Aires sólo por que allí finalizaba el viaje, lo hicieron descender, lo recibieron y le dieron comida y cama por unos días en un algo precario Hotel de Inmigrantes cuyo edificio principal aún estaba en construcción.

Antes de una semana y por intermedio de un servicio, que existía entonces a tal fin, consiguió trabajo como ayudante en una “cuadra” cuidando caballos, que era su oficio, ensillando y despachando los carros que servían de transporte en esa época.

Esta tierra bendita le permitió progresar, pudo así conocer a la abuela Lola y casarse con ella. Luego ingresó como empleado de la Municipalidad de Buenos Aires en la que se jubiló como inspector de ferias y mercados. Pudo criar y educar tres hijos que les dieron diez nietos y ... en fin la historia de tantos inmigrantes que, a pesar de haber dejado familia y amigos y que aún teniendo la posibilidad, nunca volvieron. A pesar de que nunca perdieron el acento ni los modismos de su origen.

Ninguno de los dos quiso regresar a visitar su tierra española. Recién hoy, años después de haber perdido a ambos, estoy comenzando a comprender por que no lo hicieron. Hoy creo que, igual que aquella planta joven que se traslada a una tierra nueva y en ella echa raíces, allí vive, crece, recibe el agua y el alimento que necesita para desarrollarse, hasta convertirse en árbol, ya no pueden volver atrás. Su vida ahora es ésta, su tierra es ésta, su Patria... ahora... era ésta.

Desde aquí vivieron y sufrieron, como si allí estuvieran, esa terrible guerra civil que se llevó tantas vidas, con la conciencia de que esa vorágine arrastraba a parte de su familia... que apenas recordaban. Desde aquí enviaron durante años en innumerables bolsas de tela de arpillera, por que servían para confección, alimentos enlatados, que eran los únicos que resistían el largo viaje además de ropas y abrigos de todo tipo, algunos sin estrenar. Desde aquí vivieron en carne propia la emoción de ver partir los barcos, desbordantes de granos, que su nueva Patria enviaba para calmar el hambre en esa tierra desbastada.... y que muchos de ellos y sus hijos ayudaron a pagar con impuestos y ahorros que no tenían... Hoy, con un nudo en la garganta, me siento imaginariamente... junto a ellos, en esta vieja mesa de cocina, apoyo mi mano en su hombro y le digo: -Sabes abuelo, hoy tampoco me atendieron en el consulado español... me dijeron que trate de ir en enero del año que viene... dentro de seis meses... que como nieto de españoles, ni pierda tiempo... que solamente los italianos reconocen la ciudadanía de la segunda
generación.

Y les cuento, abuelo, que en el `93 yo fui a España a visitar una empresa y de paso a conocer el lugar donde nacieron, y que cuando me escuchaban hablar y me preguntaban de dónde era, me daba la impresión que el “Argentina” les sonaba a caca... por la cara que ponían... será por eso lo de sudaca? ...que para comer me buscaba un autoservicio para no ser mal atendido... aunque pagara los mismo... que los que no éramos “comunitarios” pasábamos por un andarivel distinto en el aeropuerto... y que nos atendían con cara “agria”. Si les cuento que a pesar de que esa empresa me ofrece trabajo allá no me dejan trabajar si no tengo el pasaporte español... que primero tengo que ir... traer un precontrato y volverme a ir... después de un trámite de seis meses en el consulado... escucha abuelo... ¿Que hubiera pasado si a ustedes les hubieran pedido lo mismo?

No... ¡no te rías! Si hubieran sobrevivido en aquella Europa, posiblemente hoy estaríamos conversando “en gallego”, ¿no?.. ¿Que si estoy llorando..? No, abuelo, es que me hiciste reír a mi también.... para que te voy a recordar que aquellos argentinos, los de tu época, hicieron ya en el año 1911 un Hotel de Inmigrantes que funcionó durante cuarenta y dos años ... para recibir a los que, como vos y la abuela, se largaron a la aventura sin mucho mas que lo puesto...

Que el edificio tenía cuatro pisos, que en total había ocho dormitorios y que allí alojaban a dos mil personas todas las noches! Que cada persona recibía cuatro comidas por día aunque no estuviera alojada en el hotel y que permanentemente, a través de un sistema parecido a altavoces se anunciaban los trabajos disponibles, a los que se iba enviando a los que se presentaban...Un hospital que funcionaba las veinticuatro horas... y que todo aquello era gratis..! ¡Gratis abuelo!

Puedes creer abuelo que alguien pudiera escribir: “No tengas miedo compañero, aquí te estamos esperando, nadie sabrá quién eres y apenas de donde vienes..., ¡pero te estaremos esperando! ¡Llegarás al puerto con tu valija, con tu sombrero ennegrecido por la combustión que hasta aquí te trajo y prenderás el último botón del saco, para lucir mejor! No tengas miedo compañero... en tus ojos estarán las palabras que no sabrás decir y tus manos hablarán por tus oficios... y de a poco, serás uno de los nuestros, con el tiempo... ¡no tengas miedo, compañero! Verás que no hay oscuridad en el hotel... es como si la luz hiciera las veces de patria... y abrazara a quienes llegan....” ¿te imaginas esta frase escrita para nosotros en el aeropuerto de Barajas?

¡Eh! ¿Qué pasa?.... ¡¿ahora estás llorando vos abuelo..?! ¡¡No llores que no me voy a ningún lado!! Si esta es tu Patria.... ¡¿como no va a ser mi Patria?!

Ya sé que el espejo no siempre funciona, abuelo... a veces se empaña... además, ¿vos crees que en algún lugar del mundo me recibirían con mate cocido y pan casero...? ¿Enojado? No, abuelo, enojado no... estoy triste... tengo miedo que la gente de tu tierra, o mejor dicho, donde naciste... haya cambiado.

Sin embargo, ¿me permites que les diga algo a José y a mis amigos españoles...?
¿Si....? Bueno.. ¡Eh! ¡Amigos, José, .... vengan cuando quieran, por que nuestro espejo siempre mira... al cielo!
Me tocó la fibra sensible...