Llevamos una semana viendo las imágenes más tristes, espeluznantes, desalentadoras y desalmadas de en lo que se ha convertido la Humanidad. Aunque dicho así suena lejano como fuera de cada uno de nosotros, como viendo la responsabilidad en otros no en nosotros.
Haití se ha convertido en el reflejo de una realidad latente. Desayunamos, comemos y cenamos protegidos por un techo y cómodamente sentados, viendo como otros seres humanos se debaten entre la vida y la muerte, sufren hambre y sed. Me recuerda a cuando pasaban las imágenes de las hambrunas de Etiopía...que por cierto hace tiempo que ya no se ven excepto en Navidades. ¿Sólo sufren hambre en esa época?
Pero eso es otra historia... o quizá la misma desde otro ángulo.
Vemos, leemos, escuchamos este desastre humano y nos ofrecen la posibilidad de ayudar mediante donaciones. Nada en contra de las donaciones, son sin duda necesarias, lo único que ocurre es que con este gesto ya parece que hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para ayudar a esas personas. ¿Y si no es así? ¿Y si eso no es suficiente?
En estos momentos la ayuda se acumula en el aeropuerto sin que pueda repartirse. Haití se hunde en una tragedia humana mientras los políticos mundiales se "pelean" por quien va a tomar el control. Y escribo "pelean" entre comillas porque lo hacen con la boca pequeña y sólo con demagogia barata. No están discutiendo quien va a ayudar, se trata más bien de quien va a quedarse con el poder en Haití. ¿Con qué? ¿Con el poder? ¿Con qué poder? ¡Si se están matando por una botella de 200 cc de agua y un puñado de arroz!
Europa, Francia mejor dicho, se queja de que, una vez más, Estados Unidos manda a los Marines a poner orden... ¿porque no vamos los Europeos? Por que nos falta VOLUNTAD y VALOR (¿o serán valores?). Porque no queremos aparecer en las noticias por haber pegado un tiro a un civil que asalta al convoy humanitario.
Y ¿porque va entonces Estado Unidos? No voy a discutir o no si quiere el poder en ese país. Hoy por hoy esa discusión me parece estrafalaria. Van, entre otras cosas, porque siempre han estado en los lugares donde se ha necesitado ayuda humanitaria y donde se ha necesitado establecer orden. Y lo hacen porque son líderes natos y no tienen miedo a ser juzgados por el resto del planeta. Hacen lo que sienten que deben hacer, lo mejor que pueden, en las circunstancias que cada vez les toca vivir. Y son los únicos que una y otra vez arriesgan y deciden ACTUAR. Mejor o peor, pero toman acción.
Es fácil, muy fácil criticarles, tacharles de oportunistas, mientras se está divagando con la palabra, y diciendo lo que debería hacerse, sin decidirse a hacerlo. ¿Que vamos a hacer los Europeos? Divagar, hablar sobre planes, votarlos, intentar un consenso...Y ¿cuando pensamos actuar? Se están muriendo de hambre, tienen dolores insoportables, se han quedado sin nada, sin NADA DE NADA. Ni siquiera tienen un país.
Por favor, que se reparta la ayuda, que lo haga quien tenga el valor de hacerlo sin importarle que le juzguen y luego que nuestros politicos discutan. Pero cuando estas personas tengan alimentos, agua, medicinas, un techo donde resguardarse y la fuerza necesaria para opinar también lo que va a ocurrir con su país. Porque los mandatarios del mundo entero tienen mucho que discutir, organizar, votar y planificar...entre otras cosas el papel de la ONU....pero eso también es otra historia.
Haití sin duda se ha convertido en el espejo de una realidad latente...la desorganización del mundo ante las tragedias humanitarias, la de una clase política acomodada, demagógica, preocupada sólo por el poder y no por las personas a las que representan.
Soy consciente de que mi posición también es cómoda, ya que es fácil hablar y escribir en un blog, pero quizá entre todos elevando nuestra voz podemos políticos reaccionen y se decidan a ayudar y dejar que lo haga el que mejor sabe hacerlo sin que los demás le juzguen.
Si entre todos lo logramos el reflejo recibido sería, cuanto menos, esperanzador.
Imagen: www.ecologiaverde.com