Así reza el dialogo de una gran película argentina "No sabe/ NO contesta"
En mi caso suele ser más bien un sentimiento inmediato. Creo haber mencionado en alguna ocasión que el apodo que me puso mi mentor fue "polvorilla". En fin...mi temperamento suele superarme en más de una ocasión y luego me arrepiento tremendamente.
Soy una persona que va de frente, no se mentir en cuanto a las personas, el hacer el hipócrita siempre se me dio mal..de ahí que en mi adolescencia tuviese más amigos que amigas. Si algo no me cuadra se me nota por todos los poros de la piel, no se disimular. Cuando he ido creciendo...he aprendido a controlar mi temperamento, a contar hasta 10, a reflexionar antes de hablar y a repensar las cosas intentando que mi lógica tome las riendas de mis actos.
Aún así de vez en cuando y cuando la situación me supera..."polvorilla" ataca. Se apodera de mi, el corazón me late a mil, parece que se me va a salir por la boca, la expresión se vuelve dura, la mandíbula se tensa, mis pensamientos van a mil por hora y apenas veo a mi alrededor, solo veo a mi interlocutor. Y entonces ocurre, abro la boca y suelto lo que se me está pasando por la cabeza... así a lo bruto, sin avisar, sin adornos, sin preaviso, en seco y de una manera dura y sin tacto. Son segundos, porque tampoco me extiendo en discursos en esos momentos, quiza una o dos frases, cortas y concisas. Y según he terminado de decirlas...según obtengo la respuesta de mi interlocutor, ya me estoy arrepintiendo.
Bueno...creo que estas partes de mi también es necesario que las conozca, aunque luego me ronden en la cabeza y el remordimiento unos cuantos días.
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