
Por suerte nunca la he vivido en propias carnes, puede que haya estado en el umbral de verle los dientes...pero estoy convencida de que en mi personalidad no entra caer en ella. Y ese convencimiento es el que me ha obligado, cuando la he visto acechando, a tomar las riendas de mi vida y alejarme de ella.
Somos dueños de nuestras vidas, aunque a veces parezca que no lo somos. Siempre tenemos una opción, aunque creamos que no la hay...Lo que ocurre es que, a veces, el camino a tomar para cambiar nuestras vidas y alejarnos de las garras de la aterradora DEPRESIÓN y la temible apatía, es muy duro, porque supone romper con todo o con casi todo lo que mantenía nustras vidas estables.
Yo prefiero un "terremoto" que lo cambie todo a una "estabilidad" lapidante. Solo espero que ella, mamam (como dirá Grelinno), sepa como ayudar a su amiga sin que la temida depresión se la lleve también a ella por delante. Yo sólo puedo advertirla de los peligros...pero la decisión, como siempre, es sólo suya.
2 comentarios:
Vaya sorpresa cuando este menda que te escribe se ha reencontrado con su antiguo y polvoriento blog y al enlazarte...Voilá... ahí estás... un gran placer y una gran consuelo.
Espero que todo te vaya tan bien que tu cabeza se haya llenado de recuerdos tan felices como para haberme borrado si fuera necesario... No obstante, si aún queda un huequito para mi por ahí... pues eso... que gracias mil. Y no te vayas nunca... nos haces falta.
Besos más.
Bruno Tormenta!! ¿Sigues en la blogosfera? Una alegría verte por aquí. No actualizo como antes. Mi vida es más tranquila y más feliz que cuando comencé con el Blog. Supongo que la tuya también...Habías sido papá, ¿no?
Espero que todo te vaya maravilloso y que de vez en cuando pases a mirarte en mi espejo...siempre habrá reflejos guardados para tí.
Mi blog no se en que se terminará convirtiendo...pero me están dando ganas de comenzar a plasmar aquello que me parezca injusto, sea lo que sea.
Un abrazo
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