Planeando al horizonte

Llevo una temporada bastante ajetreada. Debatiendome entre dejarme llevar por mis sueños y atándome los pies al suelo y, cada vez me cuesta más estar en la tierra.

La verdad es que todo es una pura contradicción.

Sin lugar a dudas es uno de los peores años laborales a los que estamos haciendo frente, lo más similar fue el año 2006, pero este tiene pinta de ponerse peor. No hay nada, no hay ningún proyecto nuevo y estamos en Abril. La cuenta bancaria de la empresa va disminuyendo lentamente y apenas si se recupera con el par de igualas que tenemos que alcanza para pagar los gastos del local. Hemos hecho pequeños encargos que nos han desahogado un poquito temporalmente, como para darnos ese mensaje de..."nada esta perdido", "Dios ahoga pero no aprieta", etc. etc.

Pero por el otro lado todo son nuevos proyectos en su fase de concepción. Nunca he tenido tantas posibilidades en el horizonte esperandome como ahora, pero las veo así...en el horizonte y por más que ando el horizonte se sigue alejando. Claro...por eso es el horizonte. Pero yo lo que no encuentro, o mejor dicho, me cuesta ver es si de verdad estoy acercándome a ese horizonte. Si miro hacia atrás veo que he recorrido camino, pero si miro hacia adelante veo que hay mucho por caminar.

Al final todo se traduce en uno. Seguridad, eso es lo que me falta, seguridad. Estoy en un momento de cambio y pierdo la seguridad, estoy ante el precipicio y quiero tirarme a volar...pero no estoy segura de que mis alas lograran batirse con suficiente fuerza como para llevarme...No, realmente no es eso... se que mis alas pueden batirse con fuerza, yo puedo batirlas con la fuerza que sea necesaria... ya lo he hecho en otras ocasiones. Lo que me ocurre es que me da miedo planear, dejarme llevar por esta corriente que fluye dentro de mi y que no se a donde me va a llevar. Tengo miedo de lo que viene y que no conozco.

Y para complicar un poco más todo, a pesar de este miedo, esta incertidumbre, y este cambio por el que estoy atravesando, estoy viviendo uno de los momentos más dulces de toda mi vida.

Siento que mi Cielo y yo estamos cada día más unidos. Sigo sintiendome tan dichosa como el primer día cuando abro los ojos y le veo junto a mi, pero además noto que cada vez lo amo más y que soy correspondida. Soy tan feliz con él, tanto como nunca pensé que fuese posible. Siento que somos un equipo, que miramos y remamos en la misma dirección y que nos reflejamos el uno en los ojos del otro. Y para hacer aún mayor mi felicidad, la relación con mi hijo la siento cada vez más estrecha y de cómplices. Siento que le entiendo y que él sabe que estoy a su lado para apoyarle en lo que necesite. Y el equipo se completa cuando estamos los tres juntos, en ese momento el círculo es fuerte y estable.

No se cuanto durará todo este proceso de cambio por el que estoy pasando, no se si acabará alguna vez o simplemente la vida es así cuando uno toma las riendas y el control, es más...en realidad hay parteds de este momento que espero que no acaben nunca...nuestro amos, nuestra familia como es ahora y como la tenemos planeada a futuro, nuestros planes, nuestro equipo...todo eso quiero que siga.. Espero que pronto se pase al menos la sensación de caer al vacío, las alas se desplieguen y pueda dejarme llevar por las corrientes de aire que más me favorezcan. A ratos lo logro...debe ser que se trata de lograr simplemente una constante o mejor dicho...una consciencia.

¿Que tengo yo que no tengan los otros?

A veces es difícil reconocer la propia valía. No puedo decir que me infravalore. Siempre he tenido más bien buen concepto de mi misma...pero una cierta falta de seguridad siempre está ahí. Y ciertamente no se de donde me viene...porque yo considero que he logrado un montón de cosas y si me pongo a mirar atrás soy capaz de reconocerlo. Tampoco soy de las que se creen lo que otros dicen. Redbull siempre me decía para intentar hundirme "es que te crees perfecta pero no lo eres, no lo eres nada...en realidad no vales". Y esto a mi me hacía resurgir hasta más fuerte, porque le respondía en contra y le demostraba con argumentos que ciertamente perfecto no hay nadie, pero que yo era mucho más válida y valiosa como persona que él.

Sin embargo, hay en un punto donde parece que no me lo termino de creer y que necesito "títulos" que evidentemente no tengo para demostrarles a los demás lo que se hacer. Y realmente si miro mi Curriculum yo misma confiaría en mi como trabajadora o colaboradora. Y es cierto, no tengo títulos. Ninguno, porque ni siquiera el de la Universidad dónde estudié es oficial. El caso es que nunca los he necesitado porque he demostrado que valía para lo que quería hacer con o sin ese papel. Aún así muchos directores de Recursos Humanos tienen "titulitis" y sin querer nos la contagian a los demás. Y mucho más los que se creen con un título adicional por trabajar en ciertas empresas de "marca" y nos miran por encima del hombro.

En fin, me he dado cuenta que yo quizá no tenga esos títulos, pero tengo experiencia, tengo ganas, tengo intuición, tengo gente muy especial que me apoya, soy transparente, soy entusiasta, soy apasionada, soy cumplidora... y tengo ideas, muchas ideas que además puedo poner en práctica.

Así que voy a empezar a olvidarme de tantos títulos y tanto intentar demostrar quien soy por medio de letras. Lo tengo que demostrar como hasta ahora, por medio de hechos y voy a empezar ya mismo.

Nuevamente contra el tiempo

Parece que nunca dejaré de luchar contra él. El TIEMPO, ese inexorable amigo-enemigo. Nuestra relación amor odio continua. Ya he conseguido manejarlo, pero nunca corre a mi gusto. Ahora que estoy inmersa en el proceso de certificarme como Coach, parece que se ralentiza. Tengo tantos planes de futuro que todo se me amontona.

Mi Cielo y yo continuamos mirando al futuro, entre los dos sacamos adelante la empresa y ahora hemos decidido tener un hijo. No se incluso si ya puedo estar embarazada, posible sería. Considero que formamos un gran equipo, tenemos un plan de futuro conjunto y luchamos por él. Sabemos que tenemos un año duro frente a nosotros. La empresa va, pero no bien del todo. A estas fechas aún no tenemos ningún proyecto nuevo, y eso intranquiliza. Por otro lado he visitado a bastantes clientes potenciales y en cualquier momento puede surgir algo. Así como hoy no hay nada...mañana podemos no dar a basto.

Pero he prometido a mi Coach no PREocuparme...tendencia que ciertamente tengo. Si a mi Coach. Es una gran experiencia tener Coach mientras uno ejerce de lo mismo, porque se ve desde el otro lado. Me aporta no solo para el logro de mis metas, sino para mejorar yo misma como Coach.

Hay tanto por delante y todo necesita tanto tiempo. Es solo cuestión de que el tiempo transcurra y en su momento todo se dará: los proyectos, mi certificación y el bebé.

Solo TIEMPO....corre, vuela...mi reloj.

Premonición

Había pensado en cerrar este blog porque una vez cumplido su cometido, el de ayudarme a tomar la decisión de luchar por lo que quería para mi y para mi futuro, no le encontraba sentido para continuar escribiendo en él.

Hoy me he dado cuenta que este blog fué una premonición de lo que iba a hacer mucho más adelante.

El año pasado en marzo comencé a darle vueltas a la cabeza. Quería crecer y desarrollarme como persona y laboralmente, pero no encontraba que dirección tomar. Había pensado varias veces en hacer un MBA o un Master en e-learning (mi especialidad formativa), pero nada terminaba de llemarme. Todo lo que me ofrecían lo conocía ya, bien por la carrera universitaria, bien por mi experiencia laboral y no quería un título por el mero hecho de tenerlo. Quería nuevos conocimientos, una ampliación de mi horizonte.

Un día mientras estábamos en casa de mis padres en la Sierra, hojeando una revista, vi un reportaje sobre Coaching. Me llamó la atención, arranqué la hoja y el lunes siguiente miré los enlaces en Internet. Hablaba de la profesión de Coach y de como ayudaban a las personas a lograr sus metas, sus objetivos, sus sueños. Comentaba que lo ideal sería que todos y cada uno de nosotros tuviese un Coach personal para lograr un desarrollo del potencial que cada uno de nosostros escondemos en nuestro interior.

Tanto me interesó que pensé que yo lo que quería era ser una de esas personas que ayudan a los demás a lograr sus metas. me informé en varias escuelas y finalmente me decidí. Estaba tan convencida de que ese era mi destino que directamente me inscribí en el programa completo y hoy estoy ejerciendo como Coach y ayudando a quienes buscan un entrenador para llegar a ser lo que desean.

Este blog fue una premonición porque actuó como mi Coach.

En él yo volqué todo mi diálogo interior. A través de la lectura de lo escrito pude ver claro, tomar decisiones muy duras y desahogarme. Nació bb mi yo virtual que era yo misma, con mis defectos y mis virtudes; y encontré personas que aceptandome en mi más puro estado me apoyaron y creyeron en mi, en mi historia, en mi meta y en que lograría llegar a ella y devolver el equilibrio a mi vida. Tirita, Agua, Zapp, Lelahia, Grelinno y Bruno Tormenta fueron mis más fuerte apoyos.

El título de este Blog es en sí lo más premonitorio. Se nos dice a los Coach mientras nos formamos que debemos ser un Espejo para que nuestros clientes se reflejen en él. Y yo tengo ya mi nueva meta.

Ser UN ESPEJO AL MUNDO.

Para ello reabro este blog como un nuevo Espejo limpio y reluciente para que todos nos reflejemos en él. Ah! esto no quiere decir que deje de escribir la Historia de Tango y BB.

Abrazos de mil colores.