9.11.04

¿Quién conoce el futuro?

Durante el instituto tuve una amiga cuya abuela tenía sangre brasileña en las venas. Ella siempre nos contaba que su abuela sabía adivinar el futuro con la baraja española y que le había enseñado a ella también. En los descansos entre clase y clase o cuando no nos apetecía ver la cara a algún profesor, las chicas nos escondíamos bajo las escaleras que llevaban a gimnasio y ella nos leía el futuro. Medio en juego y entre risas predijo la alarma de embarazo de una chica del grupo que se cumplió. Por suerte fue eso, alarma y nada más.

A mi siempre me habían atraido las ciencias ocultas y en aquella épocan leía bastantes libros sobre el tema. No se si creer o no, sólo se que siempre me dió mucho respeto y me lo sigue dando jugar con estos temas. Por ejemplo, cuando llegó la moda de jugar con la Tabla Ouija yo me negué siempre a participar. Realmente no me parecen temas con los que se deba jugar o experimentar con un grupo de adolescentes histéricas. Sencillamente prefería curarme en salud...por si acaso "funcionaba" y "despertábamos a algún espíritu". A esto en realidad se le llama miedo. Pero eso no lo iba a decir entonces.

El caso es que cuando se cumplió la predicción me interesé por la lectura de las cartas. Tarde un tiempo pero convencí a esa amiga para que me enseñase. Me dijo que no sabía hacer la lectura completa, porque su abuela se negó a enseñarle como detectar la combinación de la muerte. Por lo tanto ella me enseñaría con la misma falta de información. No me importó demasiado. No se si de verdad supe en algún momento echar las cartas o no. Se que lo hice durante unos dos años. Era el pasatiempo de mis amigas y mio el fin de semana. Naturalmente lo que queríamos saber eran banalidades. Si conseguiríamos al chico que nos gustaba, si mantendríamos la relación que teníamos, si nos casaríamos con nuestro novio, cuantos hijos tendríamos...en fin, locuras de los 18 años (más inocentes que los actuales 18 de algunas, por cierto).

Yo me eché las cartas a mi misma por última vez un verano en casa de mi amiga M. Por aquel entonces mi relación con el que yo pensaba que sería mi pareja para siempre hacía aguas por todos lados. En esa predicción salieron 3 hombres. Uno rubio, uno pelirojo y uno moreno (viva la variedad). No entendí muy bien lo que me decía. Predijo mi ruptura con aquel chico (el rubio) y me destrozó el corazón saberlo de antemano. Predijo otra serie de cosas que en aquel momento no encajaban por ninguna parte, pero que no se como quedaron en mi cabeza como un rompecabezas no resuelto. Durante los 11 años que han seguido a aquella predicción he ido reconociendo algunas de aquellas piezas con cierta sorpresa. Son como flash-backs y siempre los reconozco a posteriorí. Es decir, cuando ya han ocurrido y pasado un tiempo, a veces meses rememoró la situación y de pronto me viene a la cabeza lo que me leí a mi misma y me sorprendo viendo que le veo el sentido a aquellas cartas.

Aquella fue la última vez y me prometí a mi misma no hacerlo nunca más ni dejar que nadie me las echase a mi. Hoy ya ni recuerdo como se hacía, lo he olvidado todo. ¿Por qué? Porque pienso que si no soy feliz, la predicción no me va a ayudar, probablemente solo me confunda porque interpretaré lo que quiera escuchar en ese momento para sentirme mejor. Y si por el contrario soy feliz...no quiero saber que es lo que va a ocurrir, no vaya a ser que la combinación sea catastrófica y me amargue la felicidad. No es que crea que se cumple, pero desde luego si te dicen que algo va mal, seguro que empiezas a ver cosas malas por todos lados, simplemente, te influencia. Mi promesa en contra de la adivinación fue tal que hice prometer a "mi cielo" que él no se las dejaría echar cuando me enteré que alguién muy cercano a él sabe hacerlo.

Hace una media hora tuve de nuevo uno de esos flash-backs y una nueva pieza encajó...y me parece recordar que esta es la última de todas, al menos de las que recuerdo. Sigue sorprendiendome que haya vuelto a encajar despues de tanto tiempo...quizá equivoqué mi vocación.

2 comentarios:

Flor dijo...

A pesar de mi profesión, confieso que siempre me han atraído las tiradas de cartas.
Dos veces han sido realmente INCREIBLES, han dado en el clavo en sucesos TAN puntuales que la piel me quedó de gallina. Una de las cosas era taaaan ridícula, pero no tardó más de una hora en suceder.
IMPRESIONANTE.
Un besote BB

bb dijo...

Flor yo creo que es por lo que tienen de inexplicable por lo que nos atraen, apesar de que intentemos ser racionales.

Besitos