9.12.04

10 de Julio

Todos los años por estas fechas me reservo unos días para preparar un CD-ROM muy especial que regalamos a nuestros clientes. Es algo que me reservo egoistamente sólo para mi y lo disfruto al máximo. Una vez al año puedo dar rienda suelta a la creatividad y realizar un proyecto que nada tiene que ver con el mundo empresarial.

Tengo la suerte de ser uno de esos pocos afortunados que han podido combinar su trabajo con su hobby. Me apasiona estar frente a un ordenador, me encanta el diseño gráfico y programar, pero también me gusta investigar nuevas cosas, enterarme de curiosidades y eso es lo que intento combinar cada Diciembre. Es casi como una droga, me pongo a ello y las páginas se van sucediendo y se me ocurren cosas nuevas, hasta que por fin surge el CD preparado para entregar con todo el cariño del mundo.

Suelo quedarme en casa, para evitar distracciones, pongo la música y me lanzo a ello. Según pasaban las canciones y melodías del mp3 ha llegado el turno de La Oreja de Van Gogh. He de reconocer que si bien su música no me disgustaba, nunca había sido fan suyo. Sin embargo, hoy cuando les escucho, mi corazón da un vuelco y mi mente se traslada al 10 de Julio de este año. Ese día "mi cielo" y yo nos encontramos, por fin, después de 5 meses de interminables charlas on-line y más de 200 e-mails intercambiados. Para esa noche él había comprado entradas para ir a ver el concierto que "La oreja de Van Gogh" daba en el Luna Park con sus amigos y su hermana. Así que a pesar de que los directos de Amaya & Co no son los mejores, el escuchar sus canciones ahora me transporta a esas primeras horas junto a "mi cielo" y lo que sentí vuelve a mi, cierro los ojos y recuerdo las primeras sonrisas, mi mano entre las suyas, las conversaciones al oido... Sin duda un concierto que recordaré eternamente.

Yo me quedo con esta canción y cambio el 20 de Enero por el 10 de Julio, la madrugada por el mediodía y el tren por un avión.


20 de Enero

Pensé que era un buen momento,
por fin se hacía realidad,
tanto oír hablar de tu silencio,
dicen que te arrastra como el mar.
Llené de libros mi maleta,
también de fotos tuyas de antes,
dibujé tu sonrisa junto a la mía,
me dormí con tu abrigo en el sofá.

Quiero estar a tu lado,
quiero mirarte y sentir,
quiero perderme esperando,
quiero quererte o morir...

y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.

Cogí un tren que no dormía,
y vi tu cara en un cristal,
era un reflejo del sol de mediodía,
era un poema de amor para viajar.

Te perdí y no te perderé,
nunca más te dejaré.
Te busqué muy lejos de aquí,
te encontré pensando en mí.

y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara,
la madrugada del 20 de enero saliendo del tren,
me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida,
y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.

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