Mi remanso de paz

Poco a poco con le paso de los meses me voy dando cuenta de como ha cambiado mi vida. De como he cambiado yo. De como me voy transformando de nuevo en aquello que una vez fui y que creia haber perdido para siempre. Y la verdad me gusta que mi verdadero yo sea libre de nuevo, pueda expresarse sin miedo a ser lastimado, sin tener que estar siempre pendiente de cuando y de donde vendrá el próximo "golpe".

La vida nos va moldeando y mis anteriores relaciones me fueron moldeando para esperar siempre lo peor. Cuando más bonito parecía todo, más dura era la caida. Hasta llegué a tener un sueño premonitorio que me anunciaba el fin de la relación...mi subconsciente era más listo que yo.

En los últimos 10 años de mi vida, perdí toda la ilusión de poder vivir una felicidad plena en pareja. Hace 7 meses la recuperé, gracias a un hombre maravilloso que día a día me va liberando de mis temores, con paciencia infinita unas veces, con comprensión otras y haciendome entender que mi obcecación no tiene razón de ser en otras. Demostrandome que se pueden hablar las cosas construyendo y uniendo, que una divergencia de opiniones no es destructiva sino enriquecedora. Y así, cada día voy recuperando mi seguridad interior (por fuera y frente al mundo siempre he sido fuerte).

Hace a penas un par de semanas conté a mis abuelos que había encontrado de nuevo la felicidad y expliqué cuales habían sido las razones reales que me empujaron a dar un giro de 360º a mi vida. Pensé que no entenderían...y me sorprendieron los 3...me ofrecieron calor, comprensión y apoyo. Una de mis abuelas cuando le conté como me sentía ahora y cuando vio la ilusión de mis ojos me pregunto muy seria porqué hace 8 años había tomado una decisión trascendental sin estar convencida y enamorada, porque viendome ahora ella sabía que entonces no lo estaba. Mi respuesta...lamentable..."porque ya me tocaba". Y si, era como el siguiente paso lógico en mi programada vida, había terminado la carrera, me había independizado y ese era el siguiente paso como lo fue despues la llegada de mi hijo...es lo que se supone que "toca".

Mi vida estaba regida por unas reglas impuestas de lo que se supone la sociedad espera de uno, yo a penas me había revelado contra ellas, yo la hija perfecta, de la que todos en la familia se sentían orgullosos. Y esta Semana Santa osé romper esa perfección. De pronto mi "perfección" quedó en entredicho...justo cuando comencé a romper mi imperfección interior, la falsedad que vivía. La película de una vida que no era mía y en la que me habían dado el papel de protagonista sufridora.

Hoy me siento más perfecta que nunca por dentro, ahora si soy verdaderamente yo. "Mi cielo" me ama como soy y me deja ser yo con mis defectos y mis virtudes. Con él no tengo que fingir, no tengo que pensar estrategias para enamorarle. Con él me basta con ser yo, puedod ecirle abietamente lo que siento, no se asusta porque alguien le quiera, no se asusta ente dificultades, ni ante distancias, ni ante separaciones de largos meses, ni ante decisiones difíciles. Me demuestra cada día que me quiere incondicionalmente y me deja amarle de igual modo.

La relación que hoy vivo con el está llena de ilusiones, de futuro, de compromisos conjuntos, de planes...de vida. Y junto aél he descubierto mi remanso de paz, su voz me tranquiliza, su abrazo me sosiega y en sus brazos y al compas de su respiración en mi espalda soy capaz de dormir como un bebé. Hoy descuento días de nuevo para que llegue diciembre y poder decirle al oido muy cerquita y en la oscuridad de la noche todo lo que hace un par de minutos le dije por teléfono.

En ti encontré el cielo, porque mi cielo eres tú D.E.S. Te amo.