Que bello es poder extrañar

Hace un par de días me dijeron que no debía extrañar tanto, que así no podía seguir. Que debía continuar con mi vida... Y yo me pregunto ¿cómo es mi vida?

Desde hace seis meses mi vida no es la misma, se ha convertido en un contínuo extrañar, en un contínuo extrañarle a él, a "mi cielo"...Por tanto, continuar con mi vida después del viaje significa continuar extrañándole. Si cabe, ahora más aún, por haberle sentido y haber compartido momentos maravillosos. Ahora no extraño lo que no conozco, ahora extraño su calor, su olor, su sonrisa, sus gestos, su compañía, su brazo al pasear, sus besos, su abrazo, sus caricias, su estar simplemente a mi lado. Pero sigo disfrutando de nuestras largas conversaciones, ya sea por teléfono o on-line, de nuestros sueños comunes, de su voz, de las bromas compartidas...

Es una forma de extrañar distinta...encoge el corazón, duele pero no hiere. No hiere porque la separación es sólo momentanea, no es definitiva. No hiere porque la espera tiene fin, no es un desesperar en vida. No hiere porque somos dos los que extrañamos con la misma intensidad y nos apoyarmos el uno al otro para hacer que estos meses pasen rápido y la distancia sea más corta. Es un extrañar esperanzado. Es un extrañar en la felicidad de saberse correspondido.

Ya hubo un tiempo en mi vida en el que se me olvido lo que significaba extrañar a alguien y no quiero repetirlo. Es terrible cuando uno se da cuenta de que ya no es capaz de extrañar, porque ese día ya no queda nada. Extrañar es sinónimo de amar, de desear, de pensar en la otra persona, de querer compartir la vida con esa persona y yo no pienso ni un segundo dejar de amarle, ni de desearle, ni de pensarle, ni de querer compartir mi vida con él...por eso pienso seguir extrañando a "mi cielo", porque yo se lo bello que es poder extrañar y ser extrañado.

S. gracias por el bienintencionado consejo...pero no voy a seguirlo...pienso seguir extrañándole, extrañándole mucho, a él, a "mi cielo", cada día que no le tenga a mi lado y, además, cada día un poquito más.