24.5.04

Ventanas abiertas

Como antaño la gente de bien, cuando llegaban a la finca de verano, abro yo ahora las ventanas, para que entre aire fresco, aire limpio, aires nuevos. Retiro las sábanas de los muebles que así se protegían del polvo y la suciedad durante el largo invierno. La luz penetra en la estacia y la ilumina, la llena de vida. El sol calienta el ambiente.

No, no quiero alardear de bienes que, por otro lado, ni poseo ni deseo. Mi finca de verano es mi alma a la que con la llegada de la primavera abrí las ventanas, el aire fresco y limpio entró, y se llevó de un sólo plumazo el aire invernal, pesado y desgastado. Retiré las sábanas que cubrían mi corazón para protegerlo del polvo del egoismo y la indiferencia del largo invierno. La luz penetró rápidamente en mi interior, llenándolo todo de vida y esperanza. El sol, calienta mis sentimientos desde hace un tiempo, que si bien cronológicamente puede parecer corto a muchos, en intensidad supera a todos estos años de gélido invierno.

Mis ventanas están abiertas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las ventanas abiertas nos hacen vulnerables pero no hay que tenerle miedo al viento.
Te visité y me gustó tu finca.
Visitame en mi aldea.
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